Para muchos, la Independencia de Venezuela se logró solo por la obra de Simón Bolívar. Tanto ha sido el Bolivarianismo desde el siglo XIX que la mezcla entre la historia personal del Libertador y la del país parecieran indisolubles, y no es así.

Para ganar una guerra no solo hace falta liderazgo militar, sino también político, administrativo y económico. En esta lista de figuras que determinaron la victoria patriota en la Guerra de Independencia (1810-1823) aparecen soldados, pero también personajes que resaltaron por su diplomacia y su sentido de la organización.

Además, no solo los republicanos venezolanos fueron los elementos principales en la conclusión de la guerra. Destacamos dos realistas españoles que, con su influencia indirecta, cohesionaron a la causa patriota.

Sin más, les dejamos con estas diez figuras decisivas que lograron la Independencia de Venezuela (y un extra, que verán al final y que, posiblemente, muchos desconocen quién era).

10. Francisco de Miranda (1750-1816)

Francisco de Miranda, por Emilio J. Mauri
Francisco de Miranda, por Emilio J. Mauri

Las ideas independentistas venezolanas tuvieron en Francisco de Miranda a su principal impulsor.

El denominado Precursor luchó en Estados Unidos, Europa y el norte de África, adquiriendo un enorme renombre en el Viejo Continente. Con el apoyo de Inglaterra realizó los primeros intentos para libertar Venezuela, sin éxito.

Tras el movimiento del 19 de abril de 1810, Miranda regresó al país, ahora para ser la cabeza del sector que pedía la Independencia definitiva.

Recibió el cargo de Generalísimo para liderar la lucha contra los españoles, pero nunca logró conseguir ni la adhesión de los criollos (que le adversaban por temas raciales y sociales) ni la confianza de sus oficiales, firmando la Capitulación de 1812.

Considerado como traidor, sus antiguos subordinados lo entregaron a las fuerzas de Domingo de Monteverde. Incluso, Simón Bolívar propuso fusilarlo.

La importancia de Miranda no solo radica en sus intentos continuados por la lucha independentista, sino que también su experiencia sirvió para no ser repetida por Bolívar y sus compañeros.

El Libertador tomó medidas mucho más radicales que las de Miranda, a quien llegó a acusar de traición y cobardía, injustamente. Para que existiera el Bolívar triunfante, era necesario el eclipse de Miranda, podríamos decir.

9. Juan Bautista Arismendi (1770-1841)

Juan Bautista Arismendi
Juan Bautista Arismendi

El caudillo margariteño lideró una guerra de sangrienta guerrillas contra los realistas en la isla oriental, manteniendo en zozobra a los poderes del Rey hasta la llegada de Pablo Morillo en 1815.

En los años iniciales de la Guerra a Muerte ejerció como autoridad civil y militar en Caracas, aplicando el terror entre los monárquicos en la ciudad. Con estas actuaciones, muchas de ellas controversiales (por decir lo menos), garantizó seguridad y algo de dinero en la capital para la lucha.

Capturado y perdonado por Morillo en Margarita, con la salida del español a la Nueva Granada, volvió al poder en la isla, que se convirtió en base para el retorno de los emigrados para la lucha. No obstante, esta decisión hizo que el denominado Pacificador redoblara escarmientos entre los patriotas neogranadinos.

A Arismendi se le puede criticar la política localista que evitó que salieran efectivos desde Margarita a combatir en el interior del país. Por este motivo, Rafael Urdaneta lo puso preso. El caudillo oriental devolvería la acción al zuliano en 1819, cuando aún no se sabía que Simón Bolívar había triunfado en Nueva Granada.

Después de esto, el oriental pasó a un segundo rango.

8. Santiago Mariño (1788-1854)

Santiago Mariño
Santiago Mariño

Si Simón Bolívar tuvo su Campaña Admirable en Occidente, en Oriente tuvo su paralelo Santiago Mariño.

El rico comerciante margariteño, encabezando a un puñado de oficiales y soldados, entre los que se encontraban Bernardo y José Francisco Bermúdez, Juan José Valdés y el joven Antonio José de Sucre, conquistó varias zonas orientales hasta unirse en el centro del país a Bolívar.

No obstante, después del Congresillo de Cariaco de 1816, en el que impulsó el federalismo y la división en tres del mando único de la guerra, fue perdiendo su liderazgo, quedando relegado a ser segundo del Libertador caraqueño.

7. Luis López Méndez (1758-1841)

Luis López Méndez
Luis López Méndez

Abogado y maestro en filosofía, viajó con Simón Bolívar y Andrés Bello a Londres, en representación de la Junta Suprema de Caracas.

Desde 1817, López Méndez fue designado por Bolívar como agente y comisionado especial de Venezuela en Londres, consiguiendo autorización para cualquier tipo de obligación. Gracias a su labor, llegaron a Venezuela oficiales y tropas británicas, además de materiales para la guerra y otros elementos, claves para el tramo decisivo del conflicto en el país.

Sin las armas, oficiales y tropas enviadas desde Inglaterra por López Méndez, probablemente hubiera costado mucho más la victoria final de los patriotas.

Pero las condiciones económicas pactadas por el diplomático con los acreedores europeos terminaron siendo complicadas para la nueva República de Colombia, por lo que luego se le revocaron los poderes.

López Méndez se enemistó con Bolívar, formando parte incluso de la rebelión del coronel José María Bustamante en el sur de Colombia en 1827. Moriría en Curacaví, Chile, en 1841.

6. Francisco de Paula Santander (1792-1840)

Francisco de Paula Santander, por Martín Tovar y Tovar
Francisco de Paula Santander, por Martín Tovar y Tovar

Aunque inicialmente Santander no quiso integrar a la oficialidad neogranadina en la Campaña Admirable, su importancia para la Guerra de Independencia venezolana se demostró en 1818-19, realizando labores administrativas y de inteligencia en la Nueva Granada.

Las tropas del otro lado de la frontera se unieron a las venezolanas, luchando en Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá, hasta alcanzar Santa Fe (Bogotá).

El país ayudó con efectivos y algunas riquezas para la consolidación de la Independencia, quedando Santander como administrador. Luego volverían las diferencias con Bolívar… pero esto es parte de otra historia.

5. Luis Brión (1782-1821)

Luis Brión
Luis Brión

El aporte económico y militar de este rico armador curazoleño fue preponderante en el segundo tramo de la Guerra de Independencia.

Con su poderío naval ayudó a batir a los realistas en el Caribe y en el Orinoco, además de garantizar la llegada de suministros desde el exterior. Fue el creador del primer cuerpo de Infantería de Marina venezolana y el Almirantazgo nacional, dos figuras que consolidaron aún más a la naciente república.

Además, el apoyo del líder haitiano Alexandre Petión a Simón Bolívar tuvo en Brión a un garante excepcional: cuando al Libertador sus compañeros le disputaban el mando, el apoyo de Petión y el almirante los hizo retroceder.

Juan Bautista Arismendi, Santiago Mariño y José Francisco Bermúdez podían pelearle el liderazgo al caraqueño, pero era este el que tenía el apoyo económico y militar. Bolívar llamó a Brión “El primer protector de la América y el más liberal de los hombres”, en una carta de 1815.

4. José Tomás Boves (1782-1814)

José Tomás Boves
José Tomás Boves

¿Boves? ¿Qué hace Boves en esta lista, si el asturiano peleó por las banderas del Rey (nominalmente, pues al final también desobedeció a los militares asignados por la corona)?

Pues el aporte del caudillo residió en convertir en una máquina arrolladora a los lanceros que, tras su muerte en 1814, combatieron bajo el mando de José Antonio Páez.

Recordemos que el antiguo pilotín había ofrecido sus servicios a los republicanos, pero estos le desdeñaron, presuntamente, por español: así que pasó a combatirlos con ferocidad.

Además, el estilo de lucha sin cuartel de Boves obligó a los criollos a recrudecer el conflicto, adoptando su forma de guerrear. Ese crédito es suyo.

En 1827, 13 años después de la muerte del asturiano, diría el Libertador: “Yo me acuerdo que Boves hizo godos a todos los patriotas y también me acuerdo que el terror ha hecho a los godos, patriotas (…) Yo estoy resuelto a todo: por libertar a mi patria declaré la guerra a muerte, sometiéndome, por consiguiente, a todo su rigor…”.

3. José Antonio Páez (1790-1873)

José Antonio Páez
José Antonio Páez

El llanero, con su guerra de guerrillas, se convirtió en el heredero de la popularidad de José Tomás Boves entre los hombres de las sabanas venezolanas.

Recordemos su historia: era hijo de un funcionario del estanco del tabaco y tuvo que internarse en el llano tras haber matado a unos bandoleros. En la hacienda de un patriota, como simple peón, aprendió todos los elementos que luego le consagrarían como líder de las guerrillas patriotas: valor a toda prueba, sagacidad, astucia, claves para la lucha guerrillera de los años por venir.

Con la muerte de Boves en Urica en 1814, las enormes masas de lanceros se desencantaron de los métodos más regulados de Pablo Morillo y su oficialidad, uniéndose a las órdenes de Páez.

Chire, Mata de la Miel, Paso El Frío, El Yagual, Mucuritas, San Antonio de Apure y Apurito, por nombrar algunas acciones militares, llevan el sello victorioso de Páez. Y los combates de 1818, aunque no resultaron exitosos para los patriotas, casi terminan con la vida del triunfante Morillo, herido en el combate del Semen.

El triunfo de Carabobo en 1821 tiene en José Antonio Páez a una de sus figuras principales, pasando luego a ser el hombre fuerte del país en las décadas por venir.

2. Manuel Piar (1774-1817)

Manuel Piar
Manuel Piar

La batalla más importante de la historia de Venezuela no fue Carabobo, ni la naval de Maracaibo. San Félix en 1817, con Manuel Piar como jefe patriota, significó el golpe en el corazón monárquico. ¿Por qué?

Simón Bolívar mantuvo como objetivo siempre la conquista de Caracas, quizás considerando que el hacerse fuerte en la capital le ayudaría a consolidar el resto de la república. Sin embargo, la estrategia de este mulato curazoleño era distinta: para él, la clave estaba en lograr la rica provincia de Guayana, alejada del conflicto por varios años y con unas misiones que garantizaban alimentación y recursos.

Así, Piar comandó a los suyos al triunfo sobre Miguel de la Torre en la batalla de San Félix, el 11 de abril de 1817. Pero Bolívar llegaría al sur y le daría las tropas de Piar a José Francisco Bermúdez, para la toma de Angostura.

Receloso, el curazoleño pidió pasaporte para irse al exterior, pero se quedó en el país. El Libertador lo mandó a arrestar y, bajo el argumento de la sedición y el conflicto racial, lo enjuició, condenándolo a muerte apenas meses después de la victoria en San Félix.

1. Simón Bolívar (1783-1830)

Simón Bolívar
Simón Bolívar

El Libertador sudamericano pasó de ser un personaje de segundo orden en el principio de la Independencia a el jefe militar y político de todo el proceso.

Nacido en una de las familias más ricas de Caracas, se unió a la lucha por la Independencia desde el inicio, como parte de la delegación que trajo a Francisco de Miranda de vuelta al país y elemento de peso de la Sociedad Patriótica.

Militarmente tuvo varios fracasos, como la caída de Puerto Cabello en 1812 (una de las razones por la que la Primera República se fue a pique), el Desembarco de Ocumare de la Costa (1816) y la Campaña del Centro (1818), mientras que la Campaña Admirable de 1813 significó una enorme sorpresa para los realistas, pero no consolidó a la república.

Sin embargo, lo más importante de Bolívar fue su constancia frente a la adversidad, el uso de la propaganda y la búsqueda de recursos en el exterior. En esto, ninguno de los que le rivalizaron, desde Santiago Mariño hasta Manuel Piar, pasando por José Francisco Bermúdez o el mismo José Antonio Páez, le superaron.

Documentos como el Manifiesto de Cartagena, la Carta de Jamaica y el Discurso de Angostura no tienen parangón en la historia venezolana, y, para muchos, de Sudamérica.

Dos decisiones de Bolívar ayudaron a poner punto final al dominio español en Venezuela: la Campaña de Nueva Granada de 1819, con la inestimable cooperación de Francisco de Paula Santander, y la de Carabobo en 1821, con José Antonio Páez, Rafael Urdaneta y José Francisco Bermúdez como elementos importantísimos.

El centralismo del Libertador (todo el poder concentrado en una persona), aunque contó con muchos detractores, también le dio mayor fortaleza a la lucha independentista. No obstante, políticamente devino en la disolución de Colombia, la nación que integraron Venezuela y Nueva Granada desde 1819, y a la que se le uniría Quito (futuro Ecuador) en 1822.

Extra: Rafael del Riego (1784-1823)

Rafael del Riego
Rafael del Riego

Poco se ha escuchado en los colegios sobre esta figura que resultó determinante en la victoria patriota sobre las realistas en la Guerra de Independencia, a pesar de que nunca pisó el suelo sudamericano. ¿Cuál es el motivo para el que el español Rafael del Riego y Flórez esté en esta lista?

El conflicto en Sudamérica tiene un antes y un después de la Guerra española contra Napoleón Bonaparte, al que algunos historiadores como Ángel Lombardi Boscán catalogan, con un dejo de ironía, Libertador de América: hasta 1815, solo los realistas locales, con los llaneros como elementos más importantes, mantuvieron a raya a los patriotas.

Era prácticamente una guerra civil.

Para 1815 llegaron los contingentes de veteranos de las guerras napoleónicas a América, con Pablo Morillo al frente, y aquí la lucha dejó de ser una guerra civil para convertirse en una verdaderamente internacional.

No obstante, con el paso del tiempo, Morillo vio que no eran suficientes los efectivos para derrotar a los venezolanos, pidiendo más y más apoyo.

Estaba planteado que en 1820 llegara otra expedición, pero no partió por el pronunciamiento liberal de Rafael del Riego. Este puso fin (pausa, digamos) al absolutismo de Fernando VII, obligando a los realistas en América a negociar con los patriotas.

El que Riego haya frenado ese viaje le dio una ventaja inmensa a los republicanos venezolanos con Simón Bolívar a la cabeza, ya que las debilitadas fuerzas monárquicas en el país tuvieron que negociar el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra de 1820.

Así, Carabobo significó el golpe de gracia para entrar en Caracas, mientras que la Batalla Naval del Lago y la Toma de Puerto Cabello en 1823 terminaban de borrar los vestigios reales en Venezuela.

Riego estuvo en el poder tres años, hasta que los absolutistas retornaron con apoyo desde Francia: el militar liberal fue ejecutado el 7 de noviembre de 1823.

Venezuela le debe una estatua, sin duda.

¿Y los que no están en esta lista?

La sangre y el liderazgo de muchas, muchas figuras, ayudaron a la victoria patriota en la Guerra de Independencia.

Sin embargo, al reducir la lista siempre quedan por fuera varios elementos.

Por ejemplo, José Félix Ribas ejerció como uno de los militares más determinantes en la primera y segunda república, hasta su ejecución en 1815; Rafael Urdaneta cooperó con Simón Bolívar desde la Campaña Admirable, y su retirada de Occidente salvó tropas que luego continuarían la lucha en Nueva Granada y Venezuela.

Antonio José de Sucre tuvo un rango de acción mayor en la guerra en el sur y José Francisco Bermúdez, pese a su ímpetu, solo dividió más a las fuerzas en la época de la guerra a muerte, aunque su apoyo en la Campaña de Guayana y en la de Carabobo resultaron clave.

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